Como servicio esencial al ciudadano, los taxistas y conductores de este servicio público pueden circular por las ciudades de todo el territorio nacional a pesar del Estado de Alerta. Por este motivo, las autoridades recomiendan una serie de protocolos para mantener a raya al virus. En primer lugar «reforzar las rutinas de limpieza y desinfección», en especial las zonas y elementos que más tocan los clientes, como las manillas de las puertas, los cinturones de seguridad o los apoyabrazos. En la imagen, la taxista Concepción Guardado, realizando un servicio sanitario gratuito, siempre volcada en las causas solidarias.
Esa desinfección deberá realizarse al menos una vez al día y usando «los productos recomendados por las autoridades sanitarias por su mayor capacidad de desinfección». Los taxistas de Madrid están desinfectando y esterlizinado con máquinas de Ozono sus taxis y proveyéndose de mascarillas a título personal.
En cuanto a la protección personal para los profesionales se insiste en el lavado habitual de las manos con jabón, estornudar y toser en pañuelos desechables o, en su defecto, en el codo, y evitar tocarse la cara.
En el interior del taxi se recomienda renovar el aire abriendo las ventanillas y fomentar el pago electrónico y a través de aplicaciones para no tocar el dinero.
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